Dicen que hay personas que dejan huella, aquella noche
después de haber estado juntos, si acariciaba mi piel podía sentir tu huella en
ella. Mi mente no acaba de entender, lo intenta te lo aseguro, como se puede
desear tanto a alguien que hasta entonces prácticamente no conocías
físicamente. Te siento cerca, muy cerca,
aunque sé que estas lejos, mi cuerpo, mi piel, mis sentidos, me dicen que estas
a mi lado. Que si levanto la vista te veré, Provocas en mi tal cantidad de sensaciones.
Ahora me gustaría
estar contigo, te imagino en casa leyendo esto frente a tu notebook. A mi
realmente me gustaría estar a solas contigo, compartiendo lo que sea, una
película, una cena, una copa de vino, cualquier cosa. Lo que fuera, con tal de
compartirlo contigo.
Nos imagino en un pequeño restaurante, donde no nos
conozca nadie, en una mesa discreta, para poder hablar tranquilamente, poder
cogernos la mano sobre la mesa, entrelazar nuestros dedos, sin que nadie
pudiera vernos, bueno y si nos ven que importa total no nos conocen.
Podríamos hablar de mil y una cosas, de la vida, de cosas
realmente importantes, de ti, de mí, de nosotros. Hablar, simplemente hablar
contigo, oír tu voz me encanta, estaría toda la tarde y toda la noche
escuchándote, mirándote, eso si me gustaría, mirarte mientras me cuentas todo
eso que ahora nos contamos por medio de nuestros notebook. Disfrutar de una
velada contigo, reírnos, como nos reímos todos los días, y como nos reiremos
muchas más veces. Y luego de vuelta a un hotel, coger un taxi, sentarnos en el
asiento de atrás, y poder acurrucarme en tu pecho, mientras vamos camino a ese
lugar. Me sentiría tranquilo ahí acurrucado, pero a la vez nervioso, deseando
llegar, levanto mi cabeza y acerco mis labios a los tuyos, solo los rozo
ligeramente. No puedo besarte más, no podría soportarlo, no podría contenerme
en un solo beso. Tendríamos que amarnos en el taxi, y no me sería suficiente. Llegamos
al hotel, subimos en el ascensor, y cuando alcanzamos la puerta mi corazón ya
se quiere salir de mi pecho. Te abro la puerta, tú te sonrojas, entras y yo me
quedo tras de ti, cerrando la puerta percatando que nadie nos mira.
Al fin solos, Tu dejas en una silla tu bolso y yo mi
chaqueta, te acercas al mueble bar y me ofreces algo, lo que yo quiero no está
en el mueble bar me digo a mi mismo.
No puedo más, me acerco a ti, estas de espaldas, te tomo
la mano, y tiro ligeramente de ella, tú te giras y me miras con esos hermosos
ojos, siento un escalofrío que recorre
todo mi cuerpo, mi vello se eriza. Subes tu mano, y suavemente me acaricias la
cara, yo me acerco a ti, te ofrezco mi boca, te ofrezco todo, todo cuanto soy
es tuyo, aparto ligeramente tu pelo y deslizo mi mano por tu cuello, siento con
las yemas de los dedos recorriendo tu cuerpo y bajando por tu escote.
Mi amor, no puedo más, bésame, necesito sentir tus labios
en los míos, necesito el calor de tu boca, acercas tu cara a la mía, y nos
fundimos en un beso, que parece eterno. Siento el calor de tus labios, y me
siento morir, sujétame, pierdo las fuerzas, tanto tiempo ansiando este momento.
Hace tiempo que soy tuyo , me cautivaste, no pude dejar
de pensar en ti ya nunca más, pero en ese momento que siento tu boca en la mía,
el círculo se cierra, todo lo que más deseaba se ha hecho realidad, siento tus
manos en mi espalda. Quiero con mis manos desnudarte, quitarte tu blusa y
recorrer tu pecho, llenarlo de caricias y besos, mientras siento tus manos en mí.
Quiero estar desnudo a tu lado, y sentir tu piel contra la mía, mientras nos
acariciamos.
Ahora me toca a mi disfrutar de ti, te tumbas en la cama,
mirándome, te beso con ternura y pasión y creo volverme loco, tus besos me
nublan la visión. Te beso una y mil veces, mientras nuestros cuerpos desnudos
vibran por el contacto. Permíteme que suavemente te bese el cuello y baje por
tu pecho, besándote, acariciándote, hasta llegar a tu cintura, suavemente bajo
mi mano, y te acaricio.
Mi boca quiere más, ya no se conforma con tus labios, con
besar tu pecho, quiere sentir ese sabor y ese calor que emerge de ti. Me
agacho, suavemente paso mi boca por tu vientre, acerco mi boca a tu entrepierna
que se abre sola, instintivamente y una vez allí siento tu dulce sabor, ya no
te puedo dejar escapar. Noto como el placer te hace perder el sentido. Te deseo
tanto, durante un rato te recorro, me
vuelvo loco de amor por ti, hasta que ninguno de los dos puede más y nos unimos en un solo ser. No hay palabras
para explicar la sensación de sentirme tuyo totalmente, estamos en la cama y
esta está flotando en medio de la nada,
el mundo alrededor se ha desvanecido, evaporado, esfumado. Somos solo tú y yo y
llega el momento en que muero en tus brazos y todo se vuelve brillante, nadie, repito nadie
puede ser más que feliz que yo en ese momento. Nos tumbamos abrazados en la
cama, y de nuevo volvemos a hablar, mientras nos acariciamos, nos besamos y
seguimos disfrutando uno del otro. Quiero que nunca acabe esta noche, quiero
tenerte siempre así, a mi lado, quiero sentirme siempre y en todo momento como
me siento ahora. Eres la reina del mundo, y yo tu príncipe que te despierta de
ese sueño eterno.
Pero la verdad que solo está en nuestra mente ya que no
estamos juntos. Solo nuestros notebook son los que nos une ya que la distancia
es algo que no podemos evitar, esperando que algún día se cumplan todos nuestros
sueños pero por el momento este es el modo como nos vemos estando juntos y
sintiendo que el uno está con el otro, y hagamos volar nuestra imaginación cada
noche hasta el momento en el cual estemos frente a frente ya que esta distancia
no es obstáculo para que tu y yo seamos solo uno en el cielo